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¿Por qué reparar cristal coche antes que sustituir?

El parabrisas de un coche es una de las estructuras más importantes, constituyendo aproximadamente el 30% del soporte del vehículo. No solo mejora la capacidad visual al momento de conducir al crear una barrera entre el exterior y el interior del coche, sino que protege a los integrantes incluso durante un accidente y evita que el techo se presione hacia abajo.  

En este sentido, tener un parabrisas roto representa un peligro durante la conducción, considerando que las vibraciones y el flujo de aire que retiene lo hará estallar progresivamente. Es así como en algunos casos, la sustitución de parabrisas puede ser necesaria para preservar la integridad de cada pasajero. 

Aún así, en la mayoría de los casos si te acercas hasta tu taller de lunas más cercano, casi siempre es posible realizar una reparación del cristal, considerando:

  • El tamaño del impacto.
  • El lugar de rotura.
  • Si está o no dentro del área visual. 
  • Si está alejado de los bordes del cristal.  

¿Por qué reparar cristal coche y evitar la sustitución parabrisas?

Es común pensar que tras la rotura del parabrisas, lo que prosigue es sustituirlo independientemente del daño que tenga. Sin embargo, no en todos los casos es necesario hacerlo, pues existen algunos métodos de reparación del cristal que le pueden alargar más la vida. Por supuesto, dependerá de la gravedad del daño. 

Principalmente, son dos las razones por las que se recomienda repararlo y no sustituirlo. La primera, el ahorro de dinero. Si bien, algunas lunas para coches pueden ser sumamente costosas, al punto de sobrepasar los 1000 euros. Así pues, una reparación no suele costar un tercio de este presupuesto. 

La segunda razón de importancia por las que se recomienda reparar cristal coche es el factor de la contaminación. Cuando se sustituye un parabrisas se genera una huella de carbono que puede rondar los 39 kilos de CO2 y hasta 13 kilos de residuos, además, no en todos los talleres de lunas para coches realizan un reciclaje adecuado. A diferencia, una reparación deja un porcentaje muy bajo residual y muy por debajo del 5% de lo que contamina un cambio de cristal. 

También mencionar que al cambiar el parabrisas en tu taller de lunas para coches más cercano los sellos de las gomas no quedan tan precisos como los de fábrica y podría ocasionar filtraciones a mediano plazo. 

Cabe destacar que la reparación de un cristal sigue siendo válida para pasar la ITV sin problemas, siempre y cuando no afecte la calidad visual o la seguridad de los pasajeros. 

¿Cuándo es posible reparar cristal coche? 

Ahora bien, no en todos los casos es posible acudir a un taller de lunas para repararlas. Esto dependerá, por ejemplo, del tipo de astillado (si es en forma de estrella), la longitud de la raya que pueda tener el cristal, su magnitud  o si se encuentra en alguna zona del área visual del conductor. 

Por ejemplo, cuando se levanta el laminado intermedio del vidrio, pocas veces puede ser reparable, pues se llenará de manchas que no pueden ser eliminadas y terminan por opacar el rango visual. De igual manera, las grietas, cuando su profundidad se ha extendido por todo el parabrisas no pueden ser reparables. 

Aún así, la mayoría de roturas de los cristales comienza por rayaduras y estas si tienen reparación. Casi siempre se encuentran fuera del campo visual y se puede evitar el agrietamiento para repararlo. Igualmente, los parabrisas esmerilados o deteriorados por cepillos desgastados que crean porosidades en el área visual del piloto, son reparables bajo un procedimiento sencillo de pulitura. 

Asimismo, aquellas grietas pequeñas de poco tiempo o que se encuentran lejos del área visual o de los límites del cristal se pueden reparar exitosamente. 

Por todas esas razones, reparar un limpiabrisas puede ser la mejor opción para tu coche. Antes, como siempre te invitamos a acudir a un taller de lunas para coches para que los expertos realicen la evaluación que verificará si puede ser reparable o no.