Los controles de alcoholemia son bien temidos por un buen número de conductores, sobre todo en aquellas fechas festivas, o fines de semana, que es cuando las personas pueden cometer la imprudencia de beber algo de alcohol, incluso abusar de él.
Bien es sabido que conducir bajo el efectos del alcohol es realmente contraproducente, y que un buen número de acontecimientos desastrosos como pudieran ser los accidentes de tráficos, son a causa de conducir ebrios.
Los conductores jóvenes, son los candidatos con más posibilidades a realizar este tipo de examen del alcohol en sangre, como son estos controles de alcoholemia. Desgraciadamente, son los conductores con un mayor número de incidentes en carretera, sobre todo en zonas donde existe locales de fiestas nocturnas, discotecas, bares, concentraciones juveniles moteras, entre otras.
Nunca es recomendable negarse a la hora de ser parado en carretera por agentes de la Guardia Civil de Tráfico, para hacer la comprobación del estado de alcohol en sangre, con el susodicho control de alcoholemia. En caso de negativa, se podría incurrir en un delito grave que se encuentra penado con 6 meses a un año de cárcel, según el artículo 380.
Cómo se realiza un control de alcoholemia
El control de Alcoholemia siempre estará perfectamente señalizado por los agentes de la Guardia Civil, a unos 150 metros antes de llegar a la zona en cuestión. Cuando hemos sido parado en carretera por un agente, él mismo nos explicará el proceso que se llevará para realizar el control de alcoholemia.
De forma inmediata, nos solicitará que se deberá soplar en un aparato conocido con el nombre de «los alcoholímetros». En esta web podrá ver algunos modelos, para tener una mejor idea de como son este tipo de instrumentos para medir el alcohol en sangre. Si después de soplar, la prueba diera negativo, el agente de tráfico nos indicará que sin ningún problema se podrá proseguir la marcha de nuevo.
Sin embargo, si se diera el caso de que el examen diera positivo, se repetirá nuevamente la prueba. Si la tasa de alcohol fuese demasiado alta, sin remedio nos harán subir a la furgoneta de atestados, allí se encuentra el etilómetro evidecial, una máquina fiable, compleja y muy pesada.
Entre prueba y prueba, se debe esperar un promedio de unos 10 minutos aproximadamente. En ese tiempo de espera, se comenta, que los agentes de la Guardia Civil, nos pueden incluso sugerir o aconsejar andar un poco, o incluso comer algo azucarado, para así poder bajar un poco los efectos del alcohol. Sin embargo, si un agente así lo estima, podrá llevar al afectado hospital, donde se le realizaría una analítica de sangre.
En una gran mayoría de ocasiones, en este tipo de controles de alcoholemia, nos podemos encontrar con la situación de tener que esperar detrás de una larga cola de coches. Estos conductores se encuentran en modo de espera hasta que los agentes den paso de nuevo, o incluso aquellos sean invitados a aparcar el vehículo en el arcén, para así poder realizarles dichas pruebas oportunas. Nuestra obligación, es reducir la marcha, y esperar pacientemente hasta que llegue nuestro turno de realizar dicha prueba de alcohol en sangre.
¿Son necesarios los controles de alcoholemia?
Sí, son muy necesarios. La Dirección General de Tráfico realiza muchísimas campañas, incluso anuncios de radio y televisión, entre otras para recordarnos de ser conscientes de la gravedad de beber alcohol cuando se conduce, siendo la primera causa de accidentados en carretera. Así, que conducir de forma responsable es la única solución para reducir los accidentes de tráfico.
Retirada de puntos en el carnet según pruebas
Conducir ebrio más de 0,75 mg/l -6 puntos
Conducir ebrio profesionales más de 0,3 mg/ -6 puntos
No someterse a las pruebas de alcoholemia = -6 puntos
Conducir ebrio entre 0,25 y 0,75 mg/ -4 puntos
Conducir ebrio profesionales entre 0,15 y 0,30 mg/l -4 puntos