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Self-storage, un nicho de mercado prometedor para nuevas franquicias

La posibilidad de alquilar un espacio privado y seguro en el que el cliente pueda guardar sus pertenencias, también llamado self-storage, está de moda y se está popularizando en muchas zonas del territorio nacional. Ees cierto y evidente que el el self-storage ha llegado tarde a España si lo comparamos con otros paises, pero lo ha hecho con buen pie. Disponer de un trastero, privado y seguro, en el que guardar las mil cosas que no caben en los mini-pisos españoles es cada vez un negocio más demandado.

Según un estudio publicado por Alexander Ruckensteiner, director general de Bluespace, que analiza este sector en países como Reino Unido, Estados Unidos, Francia y España, la demanda de este tipo de servicios en nuestro país se sustenta en sólidos fundamentos demográficos que avalan sus posibilidades como negocio de éxito.

Los elevados precios de la vivienda y la construcción de apartamentos cada vez más pequeños (25-30 metros cuadrados en España, 40 en Europa y 50 en Estados Unidos) juega un papel importante para el desarrollo del self-storage. Además, destaca el informe, las principales metrópolis españolas tienen cada vez mayor densidad de población, incluso superiores a las de otras ciudades europeas. En Barcelona, por ejemplo, esta cifra llega hasta los 16.000 habitantes por kilómetro cuadrado, mientras que en Londres es de 4.600 aproximadamente.

En la zona costera hay enormes posibilidades para este nicho de mercado. De hecho, el buen clima atrae un estilo de vida muy especial, destaca el estudio: el de los jubilados y los propietarios de segundas residencias. Estos nuevos habitantes también necesitan espacio para guardar sus pertenencias y recuerdos.Por tanto, los espacios dedicados a este fin están cobrando fuerza en esos lugares. Por ejemplo, en lugares como la costa del Sol es frecuente encontrarse con este tipo de negocios. Podíamos decir que los trasteros malaga están viviendo su Edad de Oro. Y en parte es por todas estas razones que explicábamos con anterioridad referente a los jubilados.

Un negocio que aumenta

El self-storage ha llegado tarde a España (llegó en 2001) comparándolo con Reino Unido, que empezó en a desarrollarse en 1983, o Francia, que ya está presente desde 1995.

El desarrollo de este sector depende de la capacidad de encontrar ubicaciones adecuadas a un precio adecuado. Si se toma como referente el mercado inglés, en España hay potencial para unos 450 centros de self-storage en un plazo de cinco a 10 años. De hecho, el número de estos establecimientos en nuestro país se ha triplicado en los últimos tres años.

Todos estos datos convierten a este tipo de negocio en un nicho de mercado muy interesante para futuros inversores en la franquicia.

La franquicia no tiene canon de entrada, ni de publicidad, ni royalty de explotación, y permite que el franquiciado esté respaldado continuamente por la central. El negocio va dirigido desde al auto-empleo hasta el inversor y es adaptable a diversos tipos de locales o naves y diferentes zonas, sin necesidad de estar en las principales vías comerciales.